PKD (ENFERMEDAD POLIQUÍSTICA RENAL)

 

La enfermedad poliquística renal, es un trastorno por el que se forman quistes llenos de líquido en los riñones. Estos quistes están presentes en los gatos afectados desde el nacimiento, pero empiezan siendo muy pequeños y van aumentando de tamaño gradualmente, hasta que en un determinado momento llegan a dañar el tejido renal circundante, causando fallo renal.

¿Es muy frecuente el PKD?

Por desgracia el PKD, es ahora muy común en determinadas razas. El gato persa es el más afectado. Dado que esta raza ha sido y sigue siendo la más utilizada para cruzar con otras razas ("outcrossing"), por ende la enfermedad se ha extendido a otras razas. Las razas en que se ha practicado el "outcrossing" con el persa son: el Maine Coon, el Exótico, el Selkirk Rex, Scottish Fold, Birmano, Ragdoll, American Shorthair y Rex Devon. En el pasado, los Persas también se cruzaron con el Bosque de Noruega, Sphynx, Oriental, Cornish Rex, Abisinio, Somalí, Manx y Burmés, y por eso estas razas también padecen el PKD.

 

¿Cómo se hereda el PKD?

Su herencia es hereditaria, siendo el resultado de una anomalía de un sólo gen autosómico dominante. Esto significa que:

- Para heredar el gen anómalo, un gato sólo necesita que uno de sus padres esté infectado de PKD.

- Cualquier gato que tenga este gen anómalo tendrá PKD, no hay portadores del gen no afectados.

- Cualquier gato que tenga PKD presentará el gen anómalo, incluso si ese gato tiene sólo unos pocos quistes pequeños.

- Todos los gatos que tengan PKD y críen, transmitirán la enfermedad a una parte de sus descendientes, aunque se cruce con un gato no afectado.

Parece ser que si se heredan dos copias del gen anómalo, una de cada progenitor, se produce una enfermedad mucho más grave que provoca la muerte del gatito afectado antes del nacimiento. Todos los gatos afectados serán, por tanto, heterocigóticos (portan un gen de PKD y un gen normal).

 

¡Síntomas!

Que un gato enferme o no de PKD depende de la cantidad y tamaño de quistes en ambos riñones. Un gato mostrará síntomas de fallo en sus riñones (insuficiencia renal), cuando los quistes ocupen demasiado lugar en el riñón, quitando espacio al tejido normal. Al quedar muy poco tejido normal, los riñones no podrán funcionar debidamente y el gato enfermará. Normalmente, los primeros síntomas de la enfermedad se dan entre los 3 y 10 años de edad, pero a veces se dan a una edad mucho más temprana.

Al principio, los síntomas son poco definidos: el gato beberá y orinará más de lo normal, perderá el apetito y su manto aparecerá menos brillante que antes. Conforme la insuficiencia renal progrese, el animal comerá menos, perderá peso y posiblemente vomitará. A veces hay sangre en la orina y se percibe muy mal olor en el aliento. Una vez que ocurre el fallo renal, es incurable. 
Es importante saber que no todos los gatos con PKD desarrollaran el fallo renal. Los animales con quistes escasos y pequeños pueden no mostrar nunca los síntomas de la enfermedad.

 

¿Se puede curar el PKD?

Desafortunadamente, no existe ninguna cura y tampoco tratamiento que pueda prevenir el desarrollo del fallo renal en un gato que está afectado de PKD. Los quistes están presentes desde el nacimiento, no se pueden extirpar, ni se puede impedir que crezcan. Como medida preventiva, la única opción sería eliminar a los animales con PKD de los programas de cría. El tratamiento de la enfermedad sólo debe aplicarse a aquellos gatos que muestren síntomas de fallo renal. Los animales deshidratados o con vómitos, deben ser tratados por vía intravenosa durante un par de días. Una vez el gato se halla estable, el mejor tratamiento es proporcionarle una dieta especial para el riñón.

OBSERVACIÓN

TODA LA INFORMACIÓN DE ESTA PAGINA ES MERAMENTE INFORMATIVA, NO REEMPLAZA EL DIAGNÓSTICO DE UN MÉDICO VETERINARIO.